Turquesa Azul
Desde la antiguedad es considerada una piedra de poderes míticos. Así lo conocieron los egipcios y varias civilaciones antiguas prehispánicas de América que le dieron atribuciones sagradas, y la relacionaron con una profunda conexión entre el cielo, el mar y la tierra.
Además de su belleza y llamativo color para adornar joyas, objetos y monumentos, la turquesa es una piedra protectora y se ha usado por milenios a manera de escudo tanto en lo terrenal en la guerra y luchas de poder como en lo espiritual en las tribulaciones del alma.
Aporta calma como un bálsamo al corazón, cura las heridas emocionales y alivia el estres y el desgaste crónico.
Invoca en la turquesa las propiedades curativas del agua y su capacidad de filtrar las energías, para limpiar y aliviar cualquier mal físico que te aqueje, incluso del sistema inmunológico.